Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente». Este pasaje del Evangelio de San Juan, capítulo 11, versículos 25 y 26, es una declaración de Jesús sobre su poder divino para dar vida eterna a quienes creen en él.