Lleva unos cuantos años
formando parte de algunas de las fiestas de folktrónica o electrónica
espiritual más importantes de circuitos como el de Ibiza o Tulum; formando
parte de residencias de fiestas como Woomoon o Trueno; y sacando a la luz a
través de su sello LNDKHN a artistas de la talla de Kermesse o Roderic. Pero
todo este tiempo detrás de los platos tenía un objetivo: sacar a la luz un
álbum que catalice todas estas experiencias pero que, a la vez, defina un
registro artístico especialmente versátil.
“Earth Chronicles”,
trabajado en Fashion Beat (el estudio de Ed is Dead) junto al propio Ed y a
Vlackmotor; es el catalizador perfecto y una suerte de fotofinish realista de
los campos por los que se mueven las sesiones de Landikhan: a medio camino
entre el downtempo o su conexión con la folktrónica tanto de artistas como
Rodrigo Gallardo o Nicola Cruz como la de Baiuca o SidiRum, pero sin perder una
base clubbing house abierta de miras, el debut en largo del productor sorprende
y se posiciona como uno de los primeros grandes trabajos de electrónica de lo
que llevamos de año.
Con un temazo entre el
downtempo, el hip-hop y la ópera como “por tu amor… o no” abre un repertorio
que se deja querer por tribalismos de corte tech-house (“Earth Chronicles” o
“Eridu”), hace ojitos a la Semana Santa más clubbing (“Babilonia” parece una
saeta posmoderna) o al free jazz (“Anunnaki”); pero, sobre todo, supone un
alegato naturalista desde la música de club de injerencia más selvática
(“Quimera cósmica” y “Nibiru” son las más cercanas a esta idea). Greta Thunberg
bailaría este disco.
Alan Queipo