El reinado de Isabel II comenzó con cuatro casas de monedas abiertas en la Península: Madrid, Barcelona, Sevilla, Jubia y Segovia. Madrid era la ceca principal y la única que sobrevivió a su reinado acuñando metales preciosos. Pero el devenir de las cuatro fue dispar e irregular. De entrada, Jubia y Segovia no acuñaron más que cobre en época de Isabel II, por lo que no se tratará en este artículo. Sevilla y Barcelona tuvieron sus altibajos, batiendo casi siempre mucho menos metal que Madrid.