A través de la violación, el incesto o cualquier otro tipo de abuso sexual se puede destruir emocionalmente a una persona ya sea hombre o mujer. Dios nos da leyes claras sobre el comportamiento sexual de los hombres y las mujeres y  siempre que se rompen esas leyes hay sufrimiento, para todos los que rodean ese hecho. En este caso fue el escándalo sobre Amnòn y Tamar.  Amnòn era el hijo mayor de David, y Tamar su media hermana. Amnòn sentía un gran pecado y en su imaginación lo echo a andar, decidió alimentar su fantasía y lo comento con Jonadab su primo quien tomando oportunidad de maldad sugirió una forma de que se convirtiera en realidad. Amnòn decidió satisfacer su deseo y violo a Tamar, cegado por ese deseo no vio las consecuencias que vendrían después.  Todavía en ese momento, Amnòn pudo haberse frenado, si hubiera atendido a la voz de Tamar que le grito que se detuviera y no hiciera ese mal, pero no la escucho y consumo el acto.