Hay viajes donde lo importante es el camino y de ese espíritu bebe el género de las road trip o las películas de carretera. Gema Rodríguez Neira, directora de desarrollo y productora en Bambú Producciones, guionista y creadora de series, nos transporta a otros lugares a través del cine en "El alma de las historias". Nos toca hablar del viaje como motor de una película.
Tres películas son nuestras protagonistas de hoy. En primer lugar, Thelma & Louise (1991), producción estadounidense dirigida por Ridley Scott. Ha inspirado las relaciones entre amigas y la sororidad. La promoción de los premios Goya 2025 se basó en el final de la película.
En segundo lugar, Little Miss Sunshine (2006), otra producción estadounidense dirigida por Jonathan Dayton y Valerie Faris. Trata de los Hoover, una familia muy peculiar: el abuelo esnifa cocaína y suelta palabrotas, el padre fracasa estrepitosamente dando cursos para alcanzar el éxito, la madre no da abasto, el tío se está recuperando de un suicidio frustrado tras ser abandonado por su novio, el hijo adolescente lee a Nietzsche y guarda un mutismo absoluto. Y Olive, la hija pequeña, una niña gafotas y más bien gordita, quiere ser una reina de la belleza.
Y por último, Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013), producción española dirigida por David Trueba. Cuenta la historia de Antonio (Javier Cámara), un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966. Cuando se entera de que su ídolo John Lennon está en Almería rodando una película, decide ir a conocerlo. Durante el viaje, recoge a Juanjo (Francesc Colomer), un chico de 16 años que se ha fugado de casa, y a Belén (Natalia de Molina), una joven de 21 que parece que también está escapando de algo.
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