No es habitual que una ceca ibérica se conozca a partir de distintas fuentes, como es el caso de Bolskan, llamada Osca por los romanos y Huesca en la actualidad. De esta ceca existen restos arqueológicos, referencias literarias y un amplísimo registro numismático. De hecho, Bolskan fue la ceca ibérica con mayor número de emisiones. Sus monedas tuvieron una gran dispersión, habiéndose encontrado tesoros de los oscensis argenti (como escribió Tito Livio) en el valle del Guadalquivir, en Sierra Morena, en el alto Duero y en el valle del Ebro.