La numismática áurea brasileña comenzó en 1695. Se acuñaron monedas en las cecas de Bahía y de Río de Janeiro que hoy en día son muy demandadas por los coleccionistas de este país. Fueron acuñaciones de escaso volumen porque todavía no se estaban explotando los enormes yacimientos auríferos que se encontraron en la década de 1720 en las regiones de Minas Gerais, Mato Grosso, Goiás y Bahía.