El Sanedrín envía a un grupo de hombre a donde Jesús se encuentra predicando y enseñando en el templo para desafiarlo con una pregunta ¿Con qué autoridad haces estas cosas? Jesús les contestó con otra pregunta: El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Ellos respondieron que no sabían, por temor a la gente que creía que Juan era un profeta. Entonces Jesús tampoco respondió a su pregunta.

Después les relató tres parábolas que sirvieron como espejo en el cual sus adversarios pudieron ver reflejada su propia naturaleza. Además de esto, Jesús también respondió a varias preguntas y pronunció ocho ayes (advertencias). Conozcamos al Señor a través de su Palabra y entendamos mejor la obra de su sacrificio.