Marruecos, enero de 2018.
Esta es la historia de cuando me creí una crack del marketing mundial porque vendí un programa con un video que grabé en un palacio marroquí.
La imaginería estaba a mi favor: la joven nómada que ayuda a otros nómadas a encontrar el sentido de sus viajes perdida en una ciudad misteriosa y a la vez clara en sus deseos.
Tan clara que te graba un video en un cuartito a kilómetros del Sahara para hacer una analogía espontánea pero bastante atinada sobre las redes y la búsqueda de terapeuta.
Tan atinada que trajo de una vez a una clienta de esas que yo había definido como ideales que me dijo “quiero trabajar con vos”.
Meses después pude ponerme en marcha.
Y como suele suceder: no lo hice sola, ni de un solo movimiento.
En el podcast de hoy que dura breves 20 minutos te cuenta la escena del video, el momento de creer que le gané a la matrix y lo que le diría a esa Valentina que se creía una genia pero se estaba preparando para dársela contra la frente.
Te dejo ese episodio con 2 consejos que me hubiese dado y que hoy le daría (y le doy) a cuánta colega quiere desarrollar su marca y su universo online.