¿Quiere duplicar su dinero en 3 meses?
¡CUIDADO! Pueden estar invitándolo a participar en un esquema ilegal.
¿Qué son las pirámides?
Es la captación de dinero u otros recursos, bajo la promesa o expectativa de reconocer altos rendimientos, a cambio de que el participante o invitado a la pirámide pague un valor por participar en el esquema y vincule a otras personas a que hagan lo mismo. Se llama “pirámide” como referencia a la forma en que se obtienen los recursos: los dineros con lo que se paga a los primeros participantes, o a participantes ubicados en los niveles superiores, provienen únicamente de los recursos que entregan los terceros que se van afiliando en la base de la pirámide.
En las pirámides las ganancias o rendimientos provienen de los aportes que hacen los nuevos vinculados al esquema. Para cada participante, la posibilidad de recibir los rendimientos prometidos e inclusive de recuperar los dineros entregados, depende necesariamente de la vinculación de más personas que traigan nuevos recursos. Como la adhesión de participantes NO es infinita, esto hace que la pirámide no sea sostenible en el tiempo y que tarde o temprano el esquema piramidal colapse.
Los captadores recurren a nombres sugestivos como “emprendedores”, “club de inversión”, “telares”, “mándalas”, entre muchos otros, y se promocionan en volantes, páginas web o grupos de conversación a través de aplicaciones móviles o redes sociales. NINGUNA PIRAMIDE SE ANUNCIA COMO PIRAMIDE del mismo que NINGUN ESTAFADOR SE PRESENTA COMO ESTAFADOR. Así que te recomendamos desconfiar de todas estas propuestas e invitaciones, y que no te involucres sin entender perfectamente cual es la actividad que da origen al rendimiento o ganancia que te han prometido.
Por favor ten en cuenta que no existe un concepto legal de pirámide, y que la anterior descripción proviene de las definiciones que han ofrecido en sus guías y conceptos la superintendencia de sociedades y la superintendencia financiera.
¿Cuáles son los riesgos de participar en una pirámide?
Básicamente son dos: por un lado, perder el dinero, porque las pirámides -tarde o temprano- se quiebran o son intervenidas por el gobierno; y por el otro, ser participe de una actividad ilegal.
Si pierdes el dinero, es posible que no tengas a quien demandar para recuperarlo; porque normalmente no se firman contratos o evidencias de que tú entregaste el dinero a los organizadores de la pirámide.
Si eres participe de una actividad ilegal, perder tu propia inversión será el menor de tus problemas. Invitar a otros a participar de la pirámide es una actividad considerada como ilegal. Por eso, si tú participas en una pirámide -quizá apostándole a sacar rendimiento antes de que colapse, o porque aún crees que es una actividad legal- entonces serás partícipe de una actividad ilegal y difícilmente podrás excusarte en tu propia de conocimiento o buenas intenciones. Las consecuencias que han tenido quienes han participado en pirámides son: algunas han sido despedidas de sus trabajos o empleos (por haber vinculado a compañeras de oficina en este esquema, o el contrato laboral les prohíbe participar en actividades ilegales); otras han sido demandadas por las personas que ellas vincularon a la pirámide; y otras además recibieron multas o sanciones económicas.
¿El Gobierno interviene las pirámides porque es un aliado de los Bancos que no toleran que alguien más tenga dinero?
Por supuesto que no. Todas las pirámides están diseñadas para colapsar, tarde o temprano. Entre más personas estén en la estructura, más personas perderán su dinero cuando la pirámide colapse. Por eso el Gobierno interviene las pirámides en el momento en que las identifica, en lugar de dejar que éstas crezcan hasta que colapsen solas. Así, evita un daño mayor porque se reduce el número de personas que se verán afectadas por la pirámide.