Con el auge de las redes sociales muchos jóvenes tuvieron un primer contacto con la teología reformada y sus ministros. Las voces de John Piper, Paul Washer, Miguel Núñez y Sugel Michelén entre tantos otros, llegaron a los oídos de una juventud sedienta del evangelio. Cansados de que en sus iglesias locales solo escuchaban mensajes triunfalistas ausentes de Cristo, al escuchar los sermones centrados en el evangelio en labios de ministros reformados, fue inevitable que muchos abrazaran la teología reformada. Fue todo un movimiento que Collin Hansen llamó: “Jóvenes, inquietos y reformados”.