En este episodio, “El Gozo de Dar Para Su Gloria”, miraremos como Israel honró a Dios llevando regalos y ofrendas por medio de sus lideres para el servicio del Tabernáculo. Dios les había provisto abundantemente y ahora le tocaba a cada tribu en actitud de gratitud honrar a su Rey.
A simple vista, este capítulo puede parecer repetitivo, incluso monótono. Doce veces se repite el mismo listado de ofrendas, una por cada líder de tribu. Pero detrás de esta aparente redundancia, hay una verdad poderosa que nos invita a mirar más de cerca: Dios valora cada acto de entrega, cada gesto de consagración, cada corazón que se rinde en obediencia.
Algo similar ocurre Hoy en dia, en una ceremonia oficial de apertura de embajadas ante un nuevo presidente. Cada país, uno por uno, trae un regalo diplomático y presenta su embajador ante el nuevo jefe de estado. Aunque todos los regalos son similares, y aunque cada uno sigue el mismo protocolo, cada nación es reconocida individualmente.Su acto queda registrado. ¿Por qué? Porque no se trata del regalo en sí, sino del honor, del gesto, del corazón que dice: “Aquí estamos. Reconocemos tu autoridad. Queremos tu favor.”
Vale la pena hacerte la siguiente pregunta: ¿Estás dedicando tu vida, tus recursos y tu servicio al Señor con gozo, como una ofrenda que sube como aroma agradable delante de Él?
Porque cada acto de entrega, aunque parezca sencillo o repetido, es una declaración poderosa: “Este corazón es tuyo, Señor”.
Espero que disfrutes de este capitulo de Números.