Había estado lloviendo varios días aquel otoño, y las lluvias no sólo acrecentaron el caudal del Tamarguillo, sino que reblandecieron su talud, en la zona de la Autopista de San Pablo, que hoy llamamos Avenida de Kánsas City. A las tres y cuarenta y cinco minutos de la tarde en el talud de la orilla que mira hacia Sevilla, se produjo una Pequeña fisura que en pocos minutos se ensanchó convirtiéndose en una grieta por la que se precipitó el agua en tromba.