El libre albedrío es la potestad que el ser humano tiene de obrar según considere y elija.
La salvación es obra de Dios. Al mismo tiempo, nuestros motivos, deseos y acciones son voluntarios, y con razón somos responsables de ellos.
A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
Deuteronomio 30:19