El fútbol salvadoreño finalmente pagó por una catástrofe que estaba más que anunciada, la cual venía sorteando por pura suerte.
Estadios arcaicos, logísticas deficientes, autoridades incompetentes y otras muchísimas causas se juntaron para que la noche de este sábado 20 de mayo de 2023 se convirtiera, con toda seguridad, en la noche más triste de la historia de nuestro querido deporte, con la pérdida de al menos 12 aficionados que solo buscaban alegría en un partido de la Liga Mayor.