Mantener un entorno limpio no solo es beneficioso para la salud y el bienestar, sino que también es una forma de honrar a Dios y de reflejar su carácter. Al practicar la limpieza, estamos:
Conectando con lo divino: La limpieza se vincula con la pureza y el orden que caracterizan a Dios.
Transformando nuestra mente: La limpieza implica un cambio de perspectiva, viendo el desorden como una oportunidad para crecer espiritualmente.
Serviendo a los demás: Un entorno limpio beneficia a toda la comunidad y es una muestra de amor al prójimo.
Dando testimonio: La limpieza es un testimonio visible de nuestra fe y de nuestro compromiso con los valores cristianos.la limpieza es presentada como un principio fundamental que debe ser integrado en nuestra vida diaria. Es una práctica que nos permite crecer espiritualmente, servir a los demás y dar gloria a Dios.