A veces la ambición por hacer las cosas excesivamente bien puede crear una especie de sabotaje a tu productividad, o te puede crear frustraciones internas porque sientes que, en el fondo, tu desempeño pudo haber sido mejor.
El perfeccionismo es una manera de protegernos para no ser juzgados, para dar una buena imagen de nosotros, para ser irreprochables, y para protegerte de tu vulnerabilidad.
Aquí te comparto 7 alternativas al perfeccionismo.