La hora de Jesús estaba cerca, su popularidad crecía y mucha gente se interesaba en saber de el (Incluso extranjeros). Pero lo veían de una manera equivocada, para muchos era un hacedor milagros, un profeta o un rey de los Judíos. El Señor no dejó pasar mas tiempo y explicó con una analogía lo que el haría por todos nosotros: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto." Para así ser glorificado y ser exaltado no como rey terrenal o hacedor de milagros, sino como un rey cuyo dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.