Dios se revela a través de su creación, pero sobre todo llamando al hombre al diálogo y a la comunión. Se revela primero a hombres particulares y después a los pueblos para llamar a todos a la unidad.

Dios hizo capaz al hombre de hablar con él y hablar de él. Hemos de evitar ciertos errores al hablar de Dios, y hemos de aprender hacerlo con confianza y con mucha humildad.

La moda trans y otros disparates son evidencia de que el mundo vive cada vez más desconectado de la realidad. La Iglesia nos enseña que tenemos la capacidad natural de conocer la realidad y de conocer a Dios.

Además de tres pruebas filosóficas para concluir que Dios existe, también hay otras pruebas más existenciales que nos llevan al conocimiento de Dios: el testimonio, la comunidad, la paz interior, el humanismo cristiano, y los desastres que causa el ateísmo.

No te dejes confundir por los agnósticos. Aprendamos que los seres humanos somos seres finitos en el tiempo, mientras que Dios es el único ser necesario, infinito y eterno. Respetemos los campos de la ciencia, la filosofía y la teología, y exploremos algunas pruebas de la existencia del alma.

La obra de la creación no es fruto de la casualidad o del azar. No podemos hacer una separación radical de la fe y de la ciencia. Abramos nuestra mirada a la contemplación de la maravillosa obra de Dios en sus criaturas.

El hombre, por medio de la razón natural, busca conocer a Dios. ¿Cuáles son algunas pruebas de la existencia de Dios? Conócelas aquí.

Alégrate si buscas a Dios porque estás buscando lo más importante de la vida. Recuerda que Dios te busca aunque tú lo rechaces. Utiliza los medios que Dios te dio para que puedas encontrarlo a él y, finalmente, edúcate en la adoración.

En este episodio repasamos algunas de las causas más comunes que empujan a las personas al ateísmo o a la indiferencia religiosa.

Los “vacunados” contra Dios y la Iglesia no saben, en realidad, que en el fondo de sus corazones está el deseo de Dios. Los hombres de todas las culturas lo han buscado a tientas y a ciegas, pero Dios está más cerca de lo que imaginamos.