Me mudé a una casa antigua y, al explorar sus rincones, encontré un espejo enorme en un cuarto apartado. Al acercarme, descubrí una nota pegada en el marco con una lista de reglas extrañas: "No te mires en el espejo a medianoche", "Nunca limpies el espejo", "No lo observes con luz directa". Al principio, pensé que era solo una superstición absurda, pero pronto empecé a notar cosas en el reflejo, sombras y figuras que no deberían estar allí. Romper esas reglas desató algo que estaba atrapado en el espejo, y ahora temo que mi reflejo quiera ocupar mi lugar.