El entender que no todos los llamados brillan al principio, ya que Dios te trabaja en lo oculto. Porque cuando Dios te llama ni la cárcel, ni el olvido, ni el rechazo pueden detener el destino trazado por Él.
El entender que no todos los llamados brillan al principio, ya que Dios te trabaja en lo oculto. Porque cuando Dios te llama ni la cárcel, ni el olvido, ni el rechazo pueden detener el destino trazado por Él.