Fueron engañados, pero también fueron motivados. Según las cuentas, ellos empezaron a evaluar las posibilidades, a contemplar el potencial que tendría, tal como el mentiroso del decía.Fue tan contundente el engaño, que jamás ellos evaluaron ¿Quién se los decía? ¿de dónde venía esa voz? ¿cuáles eran los motivos del engañador para que estos hicieran lo que hicieron? Nunca evaluaron ni calcularon las consecuencias.