Si ya aceptaste a cristo en tu vida y en tu corazón ya eres una criatura nueva, tu pensamiento, tu corazón y todo tu ser fue renovado, el pasado ya no existe, es todo hecho nuevo, Dios nos enseña que todo es parte de nuestro proceso de vida, el punto es que nosotros tenemos que conocer el punto de esas situaciones por las que estemos pasando, son las consecuencias de nuestra vida, estamos pasando por una prueba, Dios nos está hablando algo, eso lo tenemos que aprender y entender.
Nosotros tenemos que aprender que nosotros cuando conocemos a Cristo tenemos un propósito y que tenemos que buscar ese propósito y que Dios hará muchas cosas, lo primero que Dios hace cuando llegamos a Él es que nos empieza a sanar, también nos limpia, cuando Dios nos limpia, nos limpia de absolutamente de todo como adicciones, odio, resentimiento, envidias, complejos, tristeza incluso hasta pecado, el problema aquí es que a veces nosotros mismos no queremos ser limpiados.
Tenemos que dejar que Dios limpie todo y muchas veces lo que pasa es que nosotros nos sentimos limpios, desahogados cuando Dios nos limpia, pero el proceso a veces es difícil, deja que el proceso pase y que fluya, el proceso de restauración en muchas ocasiones llegamos rotos al Señor, Dios nos tiene que volver a unir todas esas piezas rotas, va dando un valor diferente, y tendremos ahora un valor más grande al ser restaurados.
Este proceso a veces puede llegar a ser muy duro porque Dios tiene que tocar ciertas fibras que nosotros hemos querido olvidar, y se tienen que recordar por que al final son parte de ti, de lo eres y quieres mejorar, Dios es bueno con nosotros y por eso nos bendice, es algo que tenemos que entender, es por lo que Dios ha hecho en nosotros y también entender y saber que, si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?