El profeta Isaías anuncia la misión del Mesías, que viene de parte de Dios a inaugurar un tiempo y un mundo nuevo, y lo hará desde la confianza puesta en Dios en toda circunstancia, aún en medio de dificultades y sufrimientos. El evangelio de hoy nos depara con la realidad de la traición frente al Señor Jesús. No sólo Jesús es perseguido por los extraños, sino traicionado por los suyos, los mismos apóstoles. ¡Maestro, ten misericordia de nuestras debilidades!