Por fin ha pasado, y lo raro es que no hubiese pasado antes. Después de un mes en confinamiento con nuestras hijas nuestro cerebro ha hecho “pop”. A Steve McQueen en La Gran Evasión tenían la decencia de encerrarle en aislamiento SÓLO. Porque eran nazis, pero hasta ellos sabían que la crueldad tiene un límite.

Nuestro podcast tiene, en el mejor de los casos, lo que podríamos llamar una temática “laxa”. Pero en esta ocasión hemos caído al infrasuelo y nos hemos dedicado casi dos horas a hablar de LA NADA.

Por qué, os preguntaréis. Pues porque eso es nuestra vida ahora. Un día de la marmota perenne en el que la existencia se ha congelado y todos los días son igual... de horribles (Imaginad que oye de fondo “Hello darkness my old friend”. Contribuid un poco a la atmósfera, copón).

Pero podría ser peor. Podrían torturarnos a lo Guantámano Style poniéndonos canciones horribles todos los días hasta que nos estalle el cerebro... ¡Uuuppps!

En fin, que no hablamos de nada, que estamos espesitos y, sí, hasta nos fallan los micros. Pero todo eso queda compensado por el increíble espectáculo de ver una caída a los infiernos como la de La Reina del Brillo pero sin drogas ni problemas de crecimiento.

Cuídense que, con un poco de suerte, aparecemos por sus auriculares de nuevo mucho antes de lo que imaginan. ¡Las desgracias nunca vienen solas!

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