Es un rumor que ha corrido como la pólvora durante las
últimas semanas por la escena underground en Colombia: el debut de Los Cotopla
Boyz ya es uno de los discos más excitantes de 2020. Dicen de ellos que hacen
“cumbia millenial”, tienen formación jazzera y en su imagen de promoción se
presentan disfrazados de Power Rangers rumberos con Converse a juego. Su obra
tritura la chicha peruana junto a bandas tradicionales de música tropical
colombianas como Los Corraleros del Majagual y a todo ello le suman bromas
alocadas y guiños modernos. Son realmente irresistibles.
“Somos el futuro de la música colombiana. Con cumbia, champeta
y ritmos de seis por ocho contamos historias y problemáticas del día a día de
un millenial”, dicen ellos. Este original combo surgió en la excitante noche
bogotana al calor del escenario del Matik Matik, un local icónico en el barrio
de Chapinero donde cada semana actúan bandas del país interesantes y de todos
los estilos, desde el punk hasta la canción de autor. Es uno de los puntos de
encuentro del hiperactivo circuito en torno a Meridian Brothers y Frente
Cumbiero.
Su primer volumen de canciones se aproxima a la música
instrumental pero añade ingredientes propios que convierten a su propuesta en
algo excitante y nunca antes visto. Cada canción esconde una sorpresa y no hay
mejor ejemplo que ese pedazo de himno que es ‘Me malviajé con las galletas’, una
champeta lisérgica ideal para bailar a altas horas del amanecer con un vasito
de aguardiente en la mano y con guiño incluido a la campaña electoral de
Colombia en 2018. “Es un viaje alucinógeno y desilusionado con la democracia”,
explican sus autores. Y, como dicen ellos: ¡que nunca muera la fiesta!
Jose Fajardo