La identidad es una de las mayores cuestiones del humanismo, cuestión que se encuentra resuelta en Jesucristo, porque solo en Él es posible ser redimidos y así regenerados, es decir, tener nueva vida, una identidad verdadera.
“El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante” Juan 10: 10 (NTV)