El primer reto para la creación de una vacuna es desarrollar la biotecnología ideal, luego que sea aprobada por las instituciones pertinentes y por la misma población, ya con eso la distribución resulta compleja por trabas políticas pero se tiene la tecnología y los medios para mandar millones de vacunas de un lado del mundo a otro sin mucho problema. Pero en 1800 después de las aportaciones de Edward Jenner para el mundo de la inmunología transportar dichos biológicos no era algo fácil, fue hasta que Javier Balmis y un grupo de huérfanos iniciaron uno de los viajes más importantes y éticamente cuestionables de principios del siglo SXIX.