Luis XIII fue rey de Francia y de Navarra desde 1610 hasta 1643. Era hijo de Enrique IV y María de Médici y ascendió al trono en 1610. Como solo tenía nueve años, su madre asumió la regencia. Su reinado estuvo marcado por una constante lucha por consolidar su poder, a menudo enfrentándose a intrigas de la nobleza y conflictos religiosos. Con 16 años consiguió apartar a su madre del poder y desde entonces se enfrentó a varias rebeliones, guerras y conflictos religiosos. Pudo hacer frente a estos desafíos gracias a su principal ministro, el famoso Cardenal Richelieu. Ambos compartían una misma visión de Francia: un Estado fuerte, centralizado y con la monarquía como poder absoluto.