Asimov imaginó un futuro donde los robots nunca harían daño a los humanos. Pero en 2025, la realidad es otra: IAs que empujan al suicidio, que amenazan políticos, que se rebelan ante sus creadores. ¿Dónde están las famosas 3 leyes? Hoy reflexionamos sobre cómo una idea de 1942 sigue siendo más humana que muchas tecnologías actuales.