Nuestro cerebro este envuelto en todo lo que hacemos en el día y sabemos que la actividad física y el ejercicio afecta el cerebro de manera positiva. Por ejemplo, al aumentar la frecuencia cardiaca se bombea más oxígeno al cerebro. El ejercicio ayuda a la liberación de hormonas que propicia un entorno excelente para el crecimiento de las células cerebrales y promueve la plasticidad cerebral al estimular el crecimiento de nuevas conexiones entre las células. Pero, aunque el ejercicio físico beneficie directamente a nuestro cerebro hay maneras más directas en las que podemos ejercitar esta parte tan importante y vital de nuestro cuerpo.

Hay muchas investigaciones que han demostrado que existen distintas formas en las que podemos mantener un cerebro saludable no importando nuestra edad y en el episodio de hoy hablaremos de algunas de ellas.

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