El relato de hoy le ocurrió a una profesora de nuestra congregación, una experiencia de la vida real que debiéramos escuchar con atención. Lucy había obtenido un doctorado el cual le había dado mucha seguridad en la vida y se sentía autosuficiente, alejándose de la vida espiritual. Pero, debemos recordar que hay hechos en la vida que pueden demostrarnos que la fortaleza espiritual a veces es más importante que la fuerza física o el control emocional.