Empecemos con el versículo para memorizar durante la semana que está en Hebreos 8:1 y 2 y dice: “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que el sumo sacerdote que tenemos es tal que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en los cielos. 2 Él es ministro del santuario, de ese tabernáculo verdadero, levantado por el Señor y no por los hombres.” 

Después de la decepción del 22/10/1844, algunos milleritas se dieron cuenta de que la profecía de las 2300 tardes y mañanas no tenía que ver con el regreso de Jesús tal como se entendía. Sino con la obra de Cristo en el santuario celestial, como se describe en el libro de Hebreos. La purificación del santuario celestial fue el cumplimiento de la purificación simbólica del santuario terrenal enseñada en Levítico. Al estudiar Daniel 7, Daniel 8, podemos entender la verdadera naturaleza de la limpieza del santuario. Que es el juicio investigador previo al Advenimiento.

En la lección de esta semana, estudiaremos la verdad bíblica vital del ministerio de Cristo en el santuario celestial.

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