Dos horas que dificilmente se puedes describir con pocas palabras. Dos horas en las que un director con 70 años fue capaz de hacer que no pudiera coger la postura en el cine, incapaz de parar de moverme en el sillon de la sala del cine donde estaba y que durante todo ese tiempo estuviera con los ojos abiertos como platos de ensalada de centro de mesa. Un director que se ha encargado de las peliculas anteriores de Mad Max pero que tambien ha trabajo en las dos ediciones de Babe el cerdito valiente o en las dos de Happy Feet, algo que sin lugar a duda te hace pensar en que cojones ha estado haciendo este tio que no ha hecho mas cine asi. Una autentica joya que al visionarla por segunda vez me ha hecho amarla, apreciarla y disfrutarla mucho mas que la primera y lo mas importante, la segunda vez me ha mantenido en igual tension que la primera.