Esta es una práctica sencilla pero potentísima.
Actúa directamente sobre el sistema nervioso, llevándolo al equilibrio.
Aporta calma, foco y claridad.
Puede ser una herramienta fundamental durante el parto para relajarte entre contracciones y para subirte a la ola de las contracciones y las sensaciones que vengan.
Y, realmente, para toda tu vida, para entrar más en contacto contigo misma, tus necesidades, tus emociones y sentimientos.