Tal
vez te imaginas ya a quién o mejor a quiénes puedo estar refiriéndome cuando
hablo de mamarrachos en el terrario hispano. Supongo que cada uno tiene su
propia lista de mamarrachos, ah, que bien suena decirlo para definir a
determinados individuos. Comencemos con la lista, mi lista. Puede que algunos
de estos nombres estén también en la tuya. El primero va a ser el paladín de la
independencia catalana, ese ser transformado en el mago Houdini, porque se ha
convertido en un artista del escapismo. Ya se fugó en un maletero para escapar
a la acción de la justicia y acaba de volver a hacerlo con su fugaz
aparición/desaparición en Barcelona. La película protagonizada por Puigdemont
se titula “A ver si me atrapas”. La lleva haciendo desde 2017. Es muy larga ya,
y muy cansina. Peroooooooo, el circo de la política y la democracia han
convertido a este mamarracho en un personaje que, mal que nos pese, está
mangoneando la gobernación de todo un país. Un país que, cada día más, provoca
vergüenza y sonrojo a los ciudadanos de bien. La nueva fuga del artista fue
inverosímil. Todo apunta a que hubo contubernio para que Puigdemont no fuera
detenido. Es curioso cómo se pisotea el principio de igualdad de todos los
ciudadanos en este país. ¿De quién fue la culpa de la no detención? ¿Alguna
responsabilidad al respecto? ¿Fue la policía catalana la que no hizo bien su trabajo?
¿Tuvo la culpa un semáforo en rojo? Ay, preguntas capciosas con respuestas
también inverosímiles.