En este episodio, exploramos la diferencia entre ser una creación de Dios y ser llamado Su hijo. Inspirados en Juan 1:12, reflexionamos sobre cómo, al aceptar a Cristo, somos adoptados como hijos de Dios, con todos los privilegios y responsabilidades que ello conlleva. Con una taza de café, acompáñanos a profundizar en esta verdad y a descubrir la identidad y propósito que tenemos como hijos de Dios.