El miedo contado en los relatos, libros, o audios, es uno de los tantos tipos de miedo que existen, con la diferencia de que ese miedo es más por placer que por una amenaza en sí. Por lo que al leer, ver una película, o escuchar una historia de terror o suspenso, lo haces por entretenimiento, porque sabes que lo que ocurre no es real, por lo tanto, es una buena forma de acercarse al miedo sin correr peligro.