El productor Dan Auerbach se deshace de
la banda de formación del joven King, que a sus 23 años lleva ya unos cuantos
kilómetros recorridos, reemplazandola por grandes profesionales de su estudio
American Sound bregados junto a iconos como Elvis o Dusty Springfield, entre
otros.
El atrevimiento y escuela de Marcus King
son arrolladores, no hay tiempo para el aburrimiento en que cada tema parece un
viejo éxito de los 60 y 70. Un disco primorosamente registrado, inspirado e
inspirador.