Cuando escuchas a alguien, puedes decidir si estás de acuerdo o no con lo que dice y, además, sabes que la mejor manera de no entrar en conflicto es no discutir para que esté de acuerdo contigo. Esa es la misma postura que puedes adoptar con tu voz interior. Y al mismo tiempo notaras si esa "voz" es escucha constantemente como jueza, víctima o guía.