La Fuente, Lo Que Es, se expresa a traves del ser de todo cuanto existe. Y el alma es el modo particular en que cada ser vive su propia aventura en el mundo. En el caso se los humanos, nuestras almas deciden la clase de escenarios donde teatralizar su existencia en tiempo, modo, forma y espacio. Y todo esto desde el supuesto real, aunque olvidado, de que todo, siempre, es un juego, un divertimento, cuyo argumento principal consiste en un ir de la oscuridad a la luz, del sueño al despertar, de la aparente muerte a la experiencia de la inmortalidad.
¿¡Quién es Julian Sanchez??
Julián vino a este mundo, así nos lo cuenta él, con una intención muy firme y suprema, la de reencontrarse con su ser esencial. Es su Dharma, el dharna de los que han entregado su vida a la búsqueda de su Sí Mismo, pero no sólo eso, sino con el firme propósito, además, de compartir sus encuentros, intuiciones y vivencias con Lo Superior y el modo también como este nos transforma a nosotros, al mundo y a la realidad toda.
Estudió teologia, filosofia, psicologia, decoración, hasta husmeó en el sindicalismo y la política, pero, sobre todo, y puesto que nada de ello le llenaba ni convencia, se entregó definitivamente a la investigación y el autoodiscernimiento en sí mismo, para traspasar e ir más allá de cuanto le limitaba, y en lo que nunca encajaba.
Hasta que una experiencia clave, radical y transformadora, la del descenso del supramental, el fuego divino, a modo de un pentecostés, en realidad fué literalmente así, imprimió tanto en su mente, como en su corazón y en todo su ser la conciencia y la experiencia de lo divino, un impacto que ya nunca le abandonó. De tal forma, que desde entonces, una perspectiva muy honda y trascendente de la Realidad forma parte de su mirar y comprender, lo que de un modo u otro comparte, sea por ejemplo en estas entrevistas o en sus escritos de los que su libro EL CAMINO ESPIRITUAL DE UN BUSCADOR son una significativa muestra. En télegram tiene un canal, BAJANDO LA LUZ.
Julián, por otra parte, tiene la virtud de hacer llegar a los demás lo complejo y profundo del Espíritu así como su manifestación y vida en nosotros, de un modo asequible, sencillo, familiar y claro. No pertenece a grupo alguno ni a nada, ni tiene sobre él otra autoridad que no sea el resonar y palpitar de la Verdad, lo divino, en él.