Hoy te cuento una historia real que parece sacada de una peli de Torrente: un acceso administrativo a la plataforma de contratación de McDonald’s protegido con la mítica contraseña “123456”… y sin doble factor. ¿El resultado? Datos personales de candidatos al aire. Te explico cómo ocurrió, qué errores cometieron Paradox.ai y McDonald’s, y por qué auditar tu seguridad no es opcional si no quieres acabar en una de estas.