Esta es una de las meditación que desde siempre, más me emocionan.
Es una de las formas en las que podrás sentir la presencia de tu ángel de la guarda, esa energía que nos acompaña desde que nacemos, que nos conoce nuestros miedos pero también nuestra esencia.
En esta meditación, si abres tu corazón y como un niño, simplemente lo disfrutas, podrás sentir a tu ángel o tus ángeles de la guarda, ver su colores, reconocer su energía, saber su nombre e incluso recibir un mensaje.
Espero que la disfrutes tanto como yo.
Un abrazo de luz,