Unidad y fidelidad: Uno con una, para toda la vida y abierto a la procreación. Ese es el plan inscrito por Dios en la naturaleza. El Sacramento lo único que aporta, que no es poco, es la Gracia Sacramental. Pero, la validez del matrimonio la da el consentimiento mutuo, libremente asumido por personas hábiles que no tengan ningún impedimento canónico.