Este es el primer mensaje de la serie Viviendo en el Espíritu. Como iglesia, comenzamos este recorrido contemplando la grandeza del Dios trino y reconociendo nuestra profunda necesidad de depender del Espíritu Santo. Aprendemos que la vida cristiana no puede vivirse en nuestras fuerzas, sino en respuesta al Evangelio y en comunión diaria con el Espíritu.