Algunos cuando éramos pequeños nos daban algún encargo, salíamos a realizarlo pero en el camino nos distraíamos o se nos olvidaba. De la misma forma, Dios se reveló a nuestras vidas y nos está dando lo necesario para cumplir Su encargo de dar a conocer la Buena Noticia. No lo olvidemos que para eso seguimos en este mundo.