Muchas de las veces hemos visto como el pecado ha afectado nuestras vidas y eso nos ha llevado a pensar que Dios no tiene interés en hacer algo por nosotros. Eso hace que pensemos que Dios no tiene interés en personas como nosotras, pero no es así. Dios tiene el deseo de poner su vista en nosotros y trabajar en nuestras vidas, para hacer un cambio que dé gloria a su nombre. Jesús vino para tener encuentros con aquellos que no eran vistos por los demás.