Acostumbrados a la misma rutina, inmersos en la comodidad y estáticos dejando que la vida siga, muchos hemos perdido de vista que somos llamados a la misión que Jesús comenzó y hemos hecho de todo menos lo que nos encargó.

Esperamos que esta palabra te rete a sumarte a la misión de Jesús y dejemos de estar cuidando museos.