Nuestras ciudades necesitan LIDERES, no seguidores. Personas que buscan hacer algo trascendente en nuestras comunidades. Pero muchas personas inician de un modo y terminan de otro, tenemos que buscar aprender de los errores que otros han cometido pero por sobre todo, buscar que es lo que Dios ha diseñado para nuestras vidas, nuestros futuros y nuestras ciudades.