En ocasiones pensamos tener un “reino” el cual podríamos estar dispuestos a dar a cambio por algo, pero otras veces no. Eso hace que podamos tomar decisiones importantes de forma no tan sabia como debiera de ser. Este mensaje nos muestra cuál realmente es nuestro lugar en esta vida y nos lleva a reconocer que el reino de Dios es más importante que el nuestro.